que el cartero de Bécquer
limpiaría la hojarasca,
para mostrarte el camino
hacia el cementerio de mi soledad,
pero entre tu magia y mi desesperanza
todo fue un retraso infinito,
todo, hasta las palabras
que ahora truncan mi existencia.
No habrá otro campo de flores
para esperarte,
No habrá otro libro de versos
para honrarte,
sólo cientos de litros de alcohol
para ponerle un pretexto
a mi mala suerte.
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