Nuestra Señora de la Tristeza : Autor : Francisco Jaymes Levi

Todo podría ser tan perfecto en esta noche,
tan perfecto como el veneno de un escorpión iracundo,
tan perfecto como un cuerpo crucificado al medio día,
tan perfecto como el cuerpo de una mujer… bajo la luna.

Somos hijos del egoísmo,
taciturnos amantes sin ninguna bendición o credo.

Y yo invoco a Nuestra Señora de la Tristeza,
esta noche que podría ser tan perfecta,
tan perfecta como para morir contigo.

Es insoportable este silencio,
es necesario romper el silencio.

Cantaré bajo este cielo quebrado,
cantaré una canción incomprensible
con los párpados cubriendo mis ojos ardientes
y seré un fantasma de la lluvia,
espantapájaros del dolor
ante pacientes cadáveres de piedra.

Hago un reclamo por la inocencia,
sería difícil expresarte mis palabras.

En las palabras rojas languidezco,
en las azules me disgrego
pero no soporto las palabras amarillas.

Podríamos volar
esta noche que podría ser tan perfecta
y amanecer tan circunspectos y tan tardíos
y al caminar distinguirnos entre la multitud.

De sonrisas amargas y rostros agrios
tan lejos, tan lejos como podamos llegar
y tu dirías:

"Nada de esto algún día importará
ni vencerá la despiadada memoria
ante el mausoleo de la desolación".

Y seguiremos cayendo,
sin ninguna bendición ni credo,
lejos, muy lejos del paraíso
amparados por Nuestra Señora de la Tristeza.