Versos siniestros para una dama triste : Autor : Francisco Jaymes Levi

Mujer

¿Sabes que la sangre es el ritual
que podría volverte loca en un instante?

Ven
suspéndete en los manantiales del dolor
fluye en ellos.

Ven
abrázate a los tentáculos del viento
y disgrégate en la noche inicial.
Funámbula.
funámbula arrogante.
funámbula amorosa.

Trepsícore transfigurada
cabalgando embravecida
sobre el epicentro de mi.
mágica super-nova
explotando en el silencio de la carne.

Despiértate y anda
pintada de flores la imaginación...
el universo está radiante
y tú alma florece as raíces
que iluminan la magia de tus sueños.

¿Dónde has sepultado
el cadáver de tú alegría?

Te amé en el día que los profetas
anunciaron su propia muerte
y los cuervos que adornaban tú nostalgia
danzaron en la hoguera del olvido
y los gusanos
se transfiguraron en mariposas para siempre.
Mujer universal
mírame en mi atuendo de sueños rotos.


Soy el juglar grotesco.

Ven...
Arrancame la angustia
arranca la lepra de mis ojos
arranca las sombras que me visten de noche
arranca los últimos resquicios de mi melancolía
arráncame el silencio sombrío
arranca la penuria de mi voz

arráncame trozos de fantasía
arranca las aguas negras que corren por mis venas
arráncame el rayo que ilumina la mentira
arranca las cenizas de mis flores eternas
arráncale el sexo a la desolación

Mujer
las pequeñas muertes
hacen estragos en la conciencia
y la inocencia se vuelve monstruosa
cuando las larvas de la oscuridad
son devoradas por la luz del día.

Ya nada es igual.

Ahora nuestra sombra nos ha abandonado
y tú sexo
ya no se derrite en mis dedos.

Ha muerto quien nos soñaba.