Tomando un pequeño suspiro, decide tomar sus maletas
y despidiéndose de su gente, se acerca al tren, rumbo a la ciudad del olvido.
Su gente le preguntaba, ¿cuando regresaras? él con mirada agachada y con voz temblorosa responde:
para ese momento ya seré olvidado, no vale la pena tratar de recordar algo, que de una u otra forma sé.
Que será un olvido, él se monto al tren, viendo su ya pasado, irse cada vez mas lejos desde su ventana,
a unos metros después el tren se pierde en el olvido y la vida se pierde por siempre.
Como en una niebla blanca y espesa, el tren se pierde dentro de sus memorias.
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