Noches de estruendo
en los desnudos brazos del aire.
Este día es para los pájaros de la noche
niños y niñas que se besan en la oscuridad.
El beso de la serpiente es la señal
las sucias alas del ángel trashumante
retoñan en el vértice de la llama.
Ser poeta es andar la noche a contraluz.
Camino en el sueño de un cadáver
mi semen vuelto sangre desgarra mi falo
y lloro por los pájaros sin alas
y lloro por los senderos sin nombre
por la inmensa locura de estar cuerdo
por aquellos que beben su sangre
frente a un mar sin destellos glamorosos
envuelto en un silencio de nieve
y enredaderas de mariposas.
Este es el tiempo de los grandes sonidos
las hadas del arcoíris se entretienen con mi pene
criaturas mágicas que cual sirena cantan
en un intenso acto de prestidigitación lunar.
Etílicos sueños líquidos.
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