a un costado del cadáver del amor.
Y te veo tan eterna
como para abrazarte
como para tocarte
con los pétalos del deseo.
Y llueves en tu cuerpo perfecto
llueves en tus parpados profundos
llueves cruel y solemne...
en tu sueño...
y yo río y tu ríes
con la mueca del extraño rubor
porque sabes que estás loca
y no perteneces a nosotros
y no perteneces a nadie.
Excepto a la noche.
Te he estado mirando
extasiado pálido y grave...
"Hacia dónde vas cuando estas ausente
en el instante del alarido del trueno?"
En la noche germinan los juegos del artilugio
y nuestras mentiras revolotean alegres
en un regocijo tan vulgar y tan ordinario.
Bajo el resplandor tu cuerpo enmudece.
En mis alcohólicas caricias...
divagas...
y yo estoy tan...
Y quisiera decir tanto
pero mis palabras son tan pocas
tan precarias
y así nos deslizamos entre las sombras
en el momento que el mundo duerme
y los perros sueñan con ángeles y murmullos
ecos de luna y aromas a muerte...
"Afuera esta tan oscuro
tómame una vez más
y escapemos de este mundo ridículo"
Y la mujer vampiro sonríe
con un gesto alucinante
entonces
su silueta se convierte en una gárgola de piedra
y la veo llorar en la penumbra
y a veces su rostro...
Ojalá y no estuvieras conmigo
tan oscura y tan radiante
en esta noche de la traición
ojalá y estuvieras lejos, pulverizada, muerta
como para recordarte.
Entre los árboles los pájaros languidecen
se derrumban marchitos sobre las flores
mientras tu duermes
bajo las llamaradas del cielo
en las noches de diciembre
tan solitaria como una virgen
que suspira por los días que llegarán.
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