¿No escuchaste rugir los truenos
desgarrando la inmensidad
de la noche sangrante?
¿No escuchaste el eco
de los versos ebrios del loco salvaje
aullando sobre las ruinas
mientras vociferaba la tormenta?
Espasmos en vísperas de un gran milagro
Yo no quiero gritar
pero mi boca se pudre de nostalgia
y lloro
en el preámbulo de la noche
cuando las moscas ensombrecen el sueño
Intensa y bella lluvia
los perros ladran a deshoras
y el perturbado cobija su ser
con oraciones aplastadas.
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