Nosotros somos
mientras un inmenso arcoíris
nos atraviesa las entrañas.
Nosotros somos los muertos.
Nuestras musas en la distancia
están intoxicadas de ironía sublime…
(Ellas ríen con burla).
Alimañas astrales
anidan en nuestras cuencas vacías.
Estamos enfermos,
somos los perturbados,
nosotros somos los muertos.
Nadie nos ha de salvar
de aquellas noches salvajes
donde un viento podrido
nos alimenta
cuando fornicamos aburridos en los días comunes
y las palabras se remontan en suspiros
en la lejanía.
Nadie nos ha de salvar.
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